El martes, 20 de mayo, mi radio se encendió -a todo volumen- a las 5.27 de la madrugada. ¡Tenía mucho sueño!, pero bueno, siempre tengo mucho sueño, haya dormido 5 o 15 horas. Me levanté, me lavé la cara un par de veces (me ducho por las noches), me tomé un zumo y bajé al coche. Con el coche me desplacé hasta el aeropuerto de Vigo y lo aparqué fuera del recinto siguiendo las indicaciones de Nico.
Cogí mi mochila, en la cual llevaba el MacBook, el MP3, algo de ropa para cambiarme, las reservas de los billetes, un libro (El Espíritu del Trigo, de Lorenzo Mediano), etcétera.
En el aeropuerto saqué la tarjeta de embarque y pasé -sin incidencias- el control que te da acceso a la zona de embarque. Allí me quedé leyendo hasta que abrieron la puerta que daba acceso a nuestro vuelo, entonces me puse en la cola. Mientras esperaba en la cola aparecieron por allí Joaquín y Loli que resulta que iban a Madrid a una movida del «Great Place To Work» (creo que a recibir un premio) y después, por la tarde, tomarían otro avión rumbo a Irlanda para visitar a Alfonso y la sede de Velneo Ltd. En Limerick.
Una hora después ya estábamos en Madrid, en la T4 de Barajas, donde Elena Frade esperaba a a Joaquín y a Loli. Les acompañe hasta el final de la terminal donde nos separamos, ellos a dejar el equipaje en las consignas y yo a coger el Metro.
Ya en el Metro me fui hasta Mar de Cristal y ahí hice cambio hasta Esperanza (sí, la estación de Manu Chao jeje) que estaba junto al hotel donde pasaría la noche. Con la ruta de Google Maps impresa en la mano no sé como conseguí lograr llegar al hotel (me oriento peor que un topo en un garaje) pero lo hice. La verdad es que era en línea recta el camino…
Ya en el hotel (A&H Plaza del Liceo de Madrid) dejé la ropa, el libro, las llaves, etcétera y me lavé un poco, momento en el cual descubrí que había hormigas en mi cuarto de baño. Los pequeños pero molestos bichos salían de debajo de la bañera o de las baldosas de las paredes. Aterrador. Menos mal que apenas se veían 3 ó 4. Total, que pasé del tema y me piré hacía el congreso.
Metro, transbordo y hacia el Campo de las Naciones de Madrid donde se localiza el IFEMA, lugar donde se celebraba el SMX.
Entro (por la puerta sur) y me dirijo a información, cuando veo que hay un tipo preguntando por lo mismo: ¿dónde es el SMX?, total que le dan unas indicaciones y yo me limito a seguirlo. Para que no pareciera que quería darle el palo se lo dije: «Oye, me ha parecido oir que vas al SMX, ¿te importa si te sigo?», a lo que me respondió que no había problema claro.
¿Y donde se celebraba el SMX? pues justo al final del toooodo, es decir, en la puerta norte. Vamos, que estás entre 5 y 10 minutos andando hasta que llegas allí (de esto también me había alertado Nico). Pero bueno, ya había «pasado» todo el rollo, por fin había llegado a mi destino.
Voy a recepción, me acredito y me dan la clásica bolsa llena de publicidad de los sponsors. Según entro en el hall principal de la feria al primero que me encuentro es a un viejo amigo: Marcos Maceira de NewBriefing. Además de a Marcos también conocía a Miguel Orense de 3wmk.com con quien compartí una mesa redonda en el Congreso de Webmasters y a Daniel Pinillos de Argamedia / SeoVisión que también le conocí en el congreso anteriormente mencionado.
Después a los primeros que desvirtualicé (nos conocíamos, pero no en persona) fueron a Ismael El-Qudsi y a Carlos Chacón.
A partir de aquí no recuerdo el orden en que fui conociendo (o me fueron presentando) a otras personas, pero así a bote pronto también hable con: Jordi Oller, con Alberto, Aleyda, Jorge, Tomás, Soraya (y alguno más que no recuerdo su nombre) de Internet Advantage, Nuño Valenzuela de Hotelius, Nicolás Castro de Nivel03, Antoine Brunel de Futurlink, Jorge Quintas de Tanta, Fernando D. Muñoz de SeñorMuñoz.es, Lakil Essady de Nurun, Enrique Jiménez de OMD, Lino Uruñuela (Errioxa) que ahora trabaja para Vocento, a Elisa Martínez de SearchMedia (a un compi suyo muy majo) y a Raquel de Seofemenino. Sin duda alguna hablé y conocí a más personas pero me resulta imposible recordarlos a todos y menos asociarlos con sus empresas y/o proyectos, así que al resto, ¡disculparme!.
En cuanto a las ponencias, mesas redondas y talleres a los que asistí he escrito estas crónicas / resumenes:
No están todas las que son pero sí son todas las que están.
La noche del martes nos juntamos unos cuantos (un par de decenas) en el Irish Rover de Madrid, una cervecería junto al Bernabeu para celebrar un Beers&Buscadores al cual asistieron algunos a incluso a través del mensaje que dejé en Twitter (¡Twitter sirve para algo!). Unas cuentas cervezas y ya empezamos a desvariar. Al final sobre las 2 de la mañana regresamos los penúltimos a nuestros hoteles o casas ya que los más valientes se quedaron a cerrar Madrid, pero no diré quienes :P. Yo estaba machacado ya que había dormido apenas cinco horas y no había ni cenado.
El miércoles de vuelta al congreso hasta las 17.00 horas, momento en el que abandoné el recinto en dirección a la T4 de Barajas donde tenía que sacar la tarjeta de embarque (lo hice a través de los auto check in de Iberia en un minuto) y me estuve dando una vuelta por la terminal (vaya precios más descarados…. por eso te quitan los líquidos al entrar, ¡para que te arruines comprandolos allí!).
Después de tomarme un agua y un bocata me quede tirado en un banco leyendo el libro que me había llevado hasta que llegó la hora del embarque. En esta ocasión me toco en ventanilla y aunque lo pasé todavía peor (por el poco espacio que tenía para las piernas) al menos disfruté del paisaje. Qué bonito es navegar entre las nubes.
Impresiones generales sobre el SMX de Madrid
En general los ponentes tenían muy buen nivel y se podía aprender (o al menos reforzar) conceptos. Sin embargo algunas charlas pecaban un poco de demsaiado básicas.
No había conexión WiFi en el recinto. Si querías la del IFEMA tenías que pagar la friolera de ¡11.5€ la hora!, vamos, un timo en toda regla. Incluso lo hablé con Tomy Lorsch, uno de los organizadores del evento y me dijo que por un lado contratar la WiFi con el recinto salía muy caro y que tampoco dejaban negocar directamente con otras empresas (Jazztell, Telefónica). No sé, pero por 500€ la entrada ya se podían haber currado algo.
Tenían que haber tenido más previsión sobre el aforo de las salas, algunas estaban casi completamente vacias y en otras había gente sentada por los suelos.
Resmumiendo, a la organización le daría un 5 raspadillo, aunuqe a la experiencia le doy un 8.
Para terminar os dejo con una foto del set del SMX de la cuenta de Flickr de Charlie:
De izquierda a derecha: servidor, Miguel Orense, Ismael El-Qudsi y Carlos Chacón.
Y bueno, esto ha sido todo o casi todo lo que recuerdo, espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo y ¡un abrazo a todos!.